Biografia: Ramón Matías Mella
Ramón
Matías Mella
(Ramón
Matías o Matías Ramón Mella; Santo Domingo, 1816 - 1864) Líder de la
independencia dominicana. En 1838, dieciséis años después de que toda la isla
de La Española fuera unificada bajo el dominio de Haití, Mella participó junto
con otros patriotas dominicanos (entre los que cabe destacar a Juan PabloDuarte y a Francisco del Rosario Sánchez) en la fundación de La Trinitaria,
sociedad secreta de ideario liberal y separatista cuyo objetivo era la
independencia de la mitad oriental de la isla (la actual República Dominicana).
Ramón Matías Mella
Junto
con Francisco del Rosario Sánchez, Mella lideró en 1844 la proclamación de la
independencia y formó parte del gobierno provisional, pero, tras la victoria en
Azua, el conservador Pedro Santana se hizo con la presidencia y decretó el exilio
de los trinitarios. Con la amnistía de 1848 regresó al país y desempeñó
importantes cargos militares y civiles en la nueva República. Totalmente
contrario a la anexión a España, consumada en 1861 por iniciativa del
presidente Santana, llegó a participar en la Guerra de Restauración
(1863-1865), pero falleció antes de ver restaurada la República.
Biografía
Desde los tiempos de Cristóbal Colón, que arribó a ella en su primer viaje, la
antigua isla de La Española (actualmente isla de Santo Domingo) había quedado
sometida al dominio español. En 1697, con la firma de la Paz de Ryswick, la
mitad occidental de la isla (el actual Haití) pasó a la corona francesa.
Cuando, a principios del siglo XIX, se inició el proceso que conduciría a la
emancipación de la América hispana, los más de doscientos años de colonialismo
español y francés (y otras circunstancias históricas) habían imprimido una
personalidad diferenciada a las dos partes de la isla.
La independencia de La Española fue un proceso
largo y convulso, con avances y retrocesos; se sucedieron las revueltas
populares, los levantamientos armados y las intervenciones de las antiguas
metrópolis y de las potencias enemigas de las primeras. En 1822 la situación
parecía estabilizada: la independencia se había consolidado y la totalidad de
la isla era gobernada con mano dura por el dictador haitiano Jean-Pierre Boyer, para quien el país era uno e
indivisible.
Para Juan Pablo Duarte y los demás miembros de
La Trinitaria, imbuidos del ideario nacionalista y liberal que se había
extendido por Europa desde la revolución francesa,
la antigua parte española de la isla poseía una identidad propia y debía
convertirse en un estado independiente. Desde 1838 se dedicaron a la difusión
de estas ideas, que hallaron más eco entre la población que entre las élites.
Dentro de La Trinitaria, el joven Ramón Mella, que contaba entonces 22 años y
regentaba un negocio maderero, se ganó pronto el aprecio de Duarte, que lo
consideraba uno de sus hombres más capaces.
Reunión de La Trinitaria
Entretanto,
la aceptación de Boyer había empezado a menguar a causa de la desmesurada
elevación de los impuestos, cuyos beneficios no revertían en la población sino
en Francia, a la que Boyer había prometido una compensación a cambio de
reconocer la independencia. De este modo surgieron, en el mismo Haití, grupos
de oposición al régimen de Boyer.
La independencia
En enero de 1843, Juan
Pablo Duarte encargó a Ramón Mella la misión de trasladarse a Los
Cayos (Haití) para pactar con los opositores haitianos el apoyo de los
patriotas dominicanos al movimiento de La Reforma, que encabezaba el líder
opositor haitiano Charles Rivière-Hérard. En marzo del mismo año, Mella
participó en una reunión en Santo Domingo que culminó con la proclamación del
apoyo a dicho movimiento; juntos consiguieron derrocar a Boyer ese mismo mes.
Aunque Hérard se había valido de la ayuda de los independentistas dominicanos,
nunca compartió sus ideas, e inmediatamente mandó encarcelar a Mella en Puerto
Príncipe (Haití).
Sin
embargo, en esta misma ciudad estalló una rebelión contra Hérard, que pudo
dominar la sublevación con la ayuda de Mella y sus veteranos encarcelados, por
lo que en agradecimiento los liberó. Mella y sus seguidores marcharon hasta
Santo Domingo y se hicieron con la parte oriental de la isla, de cultura y
lengua española; y, en febrero de 1844, declararon formalmente la independencia
respecto a Haití y proclamaron la República Dominicana.
Ramón Matías Mella
Se cuenta que aquella noche del 27 de febrero
de 1844, cuando se encontraba reunido con otros conjurados en la puerta de La
Misericordia, Matías Ramón Mella atinó a disparar un trabucazo ante la
vacilación que amenazaba dar al traste con los propósitos independentistas. «No
hay tiempo de retroceder -parece ser que dijo-. Habremos de ser libres o morir,
es la consigna. ¡Viva la República Dominicana!» Y enseguida disparó su trabuco.
Posteriormente, los patriotas marcharon hacia el baluarte de San Genaro (hoy
puerta del Conde), en donde otro patricio, Francisco del Rosario Sánchez,
proclamó el nacimiento de la República Dominicana.
Ramón Mella formó parte de la Junta Central
Gubernativa, gobierno provisional presidido por Francisco del Rosario Sánchez.
Nombrado coronel del nuevo ejército nacional, su principal labor fue el reclutamiento
de hombres y la organización y distribución de los efectivos disponibles para
repeler la inminente invasión haitiana. Pero no fue Mella quien libró la
batalla decisiva: el 19 de marzo Pedro Santana, un
terrateniente conservador unido a la causa independentista, derrotó a los
haitianos en Azua. El prestigio obtenido con esta victoria le permitió, con el
apoyo del sector conservador de la Junta, asumir la presidencia de la República
(1844-1848) y apartar a los liberales: declaró traidores a Mella, Duarte y
Sánchez y los condenó al exilio.
La Primera República
La amnistía decretada en 1848 por el presidente Manuel Jimenes (1848-1849) le permitió regresar al
país. A lo largo de la Primera República Dominicana (1844-1861), Matías Ramón
Mella sirvió en el ejército y a los presidentes que se alternaron en el poder
durante esos años: Buenaventura Báez y especialmente
Pedro Santana, con quien se había reconciliado. Le fue confiada la secretaría
de Hacienda y Comercio y el ministerio de Guerra, y ejerció como gobernador y
embajador.
La sintonía con Santana finalizó abruptamente cuando, al final de su tercer y
último mandato (1858-1861), decidió anexionar la República a España; pretendía
con ello acabar con la amenaza que los continuos intentos de invasión de los
haitianos representaban para la soberanía del país, y también perpetuarse en el
poder, pues recibió de la corona española la gobernación de la Provincia de
Santo Domingo. La decisión de Santana desataría la Guerra de Restauración
(1863-1865): los independentistas o restauradores (pues
se proponían restaurar la Primera República) se alzaron en armas contra la
sumisión a España.
Al
producirse el Grito de Capotillo (16 de agosto de 1863), acción que dio inicio
a la guerra, Matías Ramón Mella se incorporó de inmediato al movimiento
restaurador; se ocupó de nuevo de la organización de los efectivos militares y
ocupó la vicepresidencia de la República en el gobierno de la Restauración. Ya
muy enfermo, se mantuvo en este cargo hasta su deceso en 1864, sin llegar a ver
la definitiva restauración de la República.
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